Entonces, Estados Unidos de Norteamérica reconstruía un país para sí mismo. Como si tal reconstrucción pudiera darse por completo. Me refiero al aspecto de que se han olvidado que un encuentro bélico de esta naturaleza es el método las efectivo e infalible para devastar sin más al ambiente.
Desde esa catástrofe que fue la quema de pozos petroleros en el año de 1991 en Kuwait se han sufrido efectos brutales: la muerte de ecosistemas completos: el volumen equivalente a 600 pozos que cubrían el cielo, el mar y el desierto de veneno para la flora, fauna y los suelos.
Sin embargo, no era este el primer atropello que sufría la naturaleza a causa se la guerra: durante el conflicto de Vietnam se inundaron bosques de herbicidas tan controversiales y destructivos como el “agente naranja” al término de la guerra una quinta parte de los bosques de Vietnam se habían destruido químicamente y un tercio de manglares desapareció, se perdieron hectáreas de bosques solo por que se quería expulsar de ahí algunos combatientes comunistas.
¿No es ésta destrucción masiva de la vida?
“La comunidad internacional condena estas acciones de terrorismo ecológico” ¿Qué caso tiene repudiar, condenar, si ahora mismo, tanto allá, como aquí y en toda la “comunidad internacional” se están cometiendo actos que son perniciosos a la naturaleza? Y cuya legislación a mi punto de vista, es insuficiente. PERO ESA... ES OTRA HISTORIA.
En México (en imitación al buen resultado de otros países) cierto(s) partido(s) político(s) se ha puesto la camiseta del ecologismo como se pone uno una camiseta de fútbol. Creo que no es necesario apuntar que LA POLITICA NO PUEDE SER LA SOLUCION a un problema de esta tipo (¿Lo es para alguno?)
A propósito dejo un dibujo de la inspiracion de su servilleta, se que no es legible así que esmérate.
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