jueves, 22 de mayo de 2008

El circo



El espacio que ocupan los circos ambulantes en mi ciudad rara vez se encuentran vacíos, desfilan carpas que antes fueron coloridas, pero hoy se observan tan decadentes como el propio espectáculo que ofrecen, el cual ya no tiene cabida a finales de la primera década el siglo XXI, cuando los niños crecen con consolas de videojuego, internet y obesidad.



Me imagino que en su época de esplendor, ir al circo significaba la entrada a un mudo misterioso, gracioso y bizarro, dirigido a otro tipo de niños, que eran capaces de sorprenderse al ver un perrito que salta aros de fuego, o ver personas mantener el equilibrio, esos infantes ya no existen, y por un lado es bueno que sean menos ingenuos.



El problema es que al ser el circo uno de esos espectáculos en vías de extinción, integran "atracciones" que atentan algunos ejemplares de especies exóticas de la fauna mismas que sirvan para llamar la atención de un público incrédulo.



Lo que es más lamentable es que debido a la pobre y permisible legislación, los ejemplares que son usados en estos circos, cuyo origen legal de entrada es cuestionable se ven expuestos a maltratos físicos desde que son pequeños, para tratar de domesticarlos (son animales salvajes, por favor!!)y a los cachorros de león y tigres les tiran los dientes a golpes en el intento. El descaro y arbitrariedad de la s personas que manejan estos espectáculos es tal, que exponen a leones, tigras, llamas, camellos, etc. así como a la población paseándolos en jaulas, donde lucen mal alimentados, a veces hasta enfermos, hace no muchos meses, me tocó ver 2 leónes enjaulados en mi colonia, a más de 1800 msnm y a unos 6°C!!




Cabe mencionar que si una inspección de la PROFEPA les cae con una especie de dudosa procedencia, les dan hasta 15 días HÁBILES con 2 semanas más para regularizar sus ejemplares. ¿De qué lado está la legislación?






No hay comentarios: