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Algo curioso en el comportamiento humano es la facilidad con que se inventa términos que no puede entender, y como todo lo desconocido, nos causa miedo. La eternidad es una de esas cuyo significado no podremos asimilar, se me ocurre que el equivalente del infinito matemático trasladado a tiempo. Para algunos es sinónimo de trascendencia, como lo planteaba Hesse, pero es un punto de vista subjetivo ya que la óptica única que conoceremos y podremos asimilar es la que se desprenda de nosotros mismos, entonces no tendrá sentido saber qué tanto nuestra trascendencia en los demás es importante, si para nosotros ya no será mínimanete significativa.

Es interesante notar como todo lo relacionado con ese término nos sigue causando miedo, por ejemplo la muerte término que en la práctica -nadie que pueda leer esto conoce- y entonces caemos en un paradigma truculento ya que se prejuicia ortodoxamente a la muerte como algo negativo que conlleva eternidad, y sin embargo la cualidad de brevedad de la vida es también una calamidad (!).

La eternidad es una miel que nunca vamos a probar por que es sólo un concepto.*

*que va a dejar de ser pensado, y por lo tanto a dejar de existir cuando nadie lo conciba.

La eternidad que concebimos debe ser realmente breve...

A manera de disculpa por salirme del tópico que nos ocupa, dejo otro dibujo de la inspiracion de la autora material del presete blog que debe haber sumado la honrosa cantidad de 3 visitas de las cuales 2 son mías.